Llega en un momento en que la mayoría de los fabricantes se ven afectados por la escasez de componentes electrónicos y tienen plazos de entrega particularmente largos.
Para cumplir con este ajustado plazo de 30 días, Renault exige a los clientes que hagan concesiones al no ofrecer ninguna opción de check-in adicional en el catálogo.